Proyecto básico y de ejecución y dirección de obra para la construcción de un colegio que consta de 6 módulos de edificación destinados a usos docentes, con sus respectivos núcleos comunes de conexión y de un edificio deportivo anexo, que incluye gimnasio, vestuarios y piscina climatizada.
Se trata de un colegio que consta de 6 módulos de edificación destinados a usos docentes, con sus respectivos núcleos comunes de conexión y de un edificio deportivo anexo, que incluye gimnasio, vestuarios y piscina climatizada. La parcela del proyecto está situada en el Sector de “La Tenería” de Pinto, Madrid.
Para nosotros fue un reto proponer a la cooperativa de profesores un colegio con un programa tan extenso y una superficie construida tan importante, un edificio proyectado con paneles prefabricados de hormigón para fachada y estructura prefabricada. Sin embargo, desde las primeras propuestas presentadas, y estudiando y comparando precios y tiempos de ejecución, conseguimos que apostaran por ello y aceptaron nuestra propuesta, actualmente construida.
La principal característica del colegio que se propone es la apuesta por intentar acercar la fachada de panel prefabricado de hormigón a edificios públicos. Se intenta cambiar la imagen tradicional de los centros escolares que conocemos y se propone un edificio más atractivo, con zonas singulares pero que además propicien una modulación sencilla y den al conjunto una sensación clara y ordenada.
El edificio del colegio se compone de seis módulos, teniendo los módulos 1, 2, 5 y 6 planta baja y primera, y los módulos 3 y 4 planta baja, primera y segunda. Todos los módulos tienen la planta baja retranqueada dos metros respecto a la fachada de las plantas superiores, con lo que se crean unas zonas exteriores cubiertas muy útiles en días de lluvia.
Existe una pieza que se propone como singular dentro del conjunto. Se trata del salón de actos, que aparece como un volumen casi independiente. El acabado en madera al exterior le confiere una calidez especial, y hace que el conjunto pierda la simetría total que haría del edificio algo demasiado rígido e industrial.
Para evitar el tedio y oscuridad que muchas veces presentan los edificios cuya organización obedece a un pasillo central con dependencias a ambos lados, la propuesta de este proyecto consigue que los pasillos sean verdaderos focos de luz, ya que se practican huecos en el forjado, incluso en el de cubierta, de forma que la luz inunda al edificio desde el último piso al primero.
Los pasillos funcionan por tanto como grandes chimeneas de luz, que dan una mayor relación a las distintas plantas y que además favorecen el flujo de personas dentro del recinto.
En ciertas zonas de la fachada, los paneles de hormigón se disgregan y se convierten en lamas prefabricadas también de hormigón, para tamizar la luz, sin oscurecer.
La piscina climatizada y el gimnasio, con una zona intermedia de vestuarios, completan las dotaciones de edificios del colegio. Se trata de un edificio anexo, también de paneles de hormigón y con un tratamiento de fachada muy similar al del edificio. El recinto se completa en el extremo izquierdo con unas pistas deportivas, con una zona de arenero para juegos de niños en la zona de la derecha, junto a los módulos 5 y 6 y la correspondiente dotación de plazas de aparcamiento.
Se trata de un colegio que consta de 6 módulos de edificación destinados a usos docentes, con sus respectivos núcleos comunes de conexión y de un edificio deportivo anexo, que incluye gimnasio, vestuarios y piscina climatizada. La parcela del proyecto está situada en el Sector de “La Tenería” de Pinto, Madrid.
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