«Cuando necesitábamos un arquitecto, hicimos lo que hace todo el mundo, preguntamos a conocidos que hacían proyectos parecidos al nuestro. Nos recomendaron a Rosa Ana, no solo por su capacidad sino también porque era fiable. No defraudó. Desde el primer momento cuando la conocimos nos dio tranquilidad y supimos que estábamos en buenas manos. Recomendaría sin reparo a Rosa Ana y su empresa».